< ¡Qué pedante! Sácame de aquí, por piedad.
dcnabau
Para y por la prosa

La que alienta, la que asfixia, la que ensancha, la que encoge, la que demuele, la que germina, la que carcome, la balsámica, la que embarra, la que purga, la notable así como la execrable.
Pues, al fin y al cabo, víctima (lector) o verdugo (escritor), la prosa moldea.

¡Pssst, pssst!
Detrás de estos libros hay un ser humano con un número parejo de extremidades a las tuyas. Por lo que, si una pulsión postlectora te insta a contactarle..., échale agallas ¡No te cortes!
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